El periodista de Urgente Jujuy, Juan Quispe, brindó detalles clave sobre la investigación que conmueve a Jujuy y al país. Familiares, vecinos y la fiscalía comienzan a cerrar el cerco sobre Matías Jurado y su entorno.
La investigación sobre el presunto asesino serial de Alto Comedero continúa generando conmoción en Jujuy. En diálogo con Sky FM 106.1, el periodista Juan Quispe, del medio Urgente Jujuy, reveló que ya existirían siete personas desaparecidas vinculadas al acusado Matías Jurado, lo que alimenta la hipótesis de un patrón criminal que podría haberse extendido durante años.
“La verdad que esto parece una película de horror”, expresó Quispe. Según relató, la investigación se remonta a febrero de este año, cuando Jurado fue imputado, aunque él sostiene su inocencia. “Hizo una declaración corta, pero la hizo: dijo que era inocente”, precisó.
Uno de los elementos más impactantes de la causa es el testimonio de un sobrino, quien en enero de 2025 habría ingresado al domicilio de Jurado y presenciado manchas de sangre. Según el joven, su tío apareció repentinamente y le preguntó: “¿Querés ver cómo se mata a una persona?”. Asustado, el muchacho huyó del lugar.
El periodista explicó que este tipo de relatos están siendo clave para reconstruir el accionar del acusado y su posible entorno cómplice. “Se está cerrando el círculo y ahora la fiscalía investiga también si otros familiares tenían conocimiento de lo que ocurría en la casa”, explicó.
Jurado vivía con varios miembros de su familia, incluido un sobrino de 16 años, sus padres y una hermana. “Desde 2020, cuando recupera la libertad, esa casa estuvo habitada por distintas personas que podrían haber sido testigos de situaciones anormales”, aseguró Quispe.
Uno de los elementos más sensibles es la posible conexión de los restos óseos encontrados con personas desaparecidas, como Juan Carlos González o Sergio Alejandro. “Una amiga de González me decía que la última señal del celular fue a una cuadra de la casa del imputado. Si hubiéramos sabido sus antecedentes, quizás podríamos haberlo encontrado antes”, relató el periodista.
Además, Quispe detalló que la fiscalía maneja un patrón común entre las víctimas: “personas con alguna vulnerabilidad o discapacidad”. Este patrón ya fue comunicado a familiares de otras personas desaparecidas que podrían estar involucradas en el caso.
El clima en Alto Comedero es de tensión e incertidumbre. “Hay barrios en los que la gente ya no se sorprende, se acostumbra, y no denuncian porque no quieren meterse”, lamentó Quispe, quien también subrayó la falta de respuestas institucionales: “No he escuchado ningún tipo de comunicado del organismo que coordina las desapariciones”.
Para cerrar, el periodista pidió una respuesta urgente y articulada de las autoridades: “Hay que investigar con más profundidad. La gente necesita sentirse segura. No podemos naturalizar este tipo de horrores en los barrios”.
